Una mujer británica, de 34 años, perdió su embarazo a causa de la radiación electromagnética que emitía su iPad. Kent Hannah Metcalfe reside en la ciudad de Canterbury, en el sureste del Reino Unido.
Hace dos años empezó a experimentar severos calambres abdominales y fuertes dolores de cabeza después de cualquier contacto con el equipo.
“Al principio no le di mucha importancia al hecho, ni siquiera podía imaginar entonces que todo ello acabaría tan trágicamente”, confesó la mujer, revelando que la reacción del cuerpo se intensificó durante el embarazo.
A los tres meses de embarazo, Metcalfe perdió a su bebé a causa del fuerte sangrado causado por la radiación electromagnética. Según los médicos de una clínica privada de Canterbury, las ondas que emana el dispositivo de Apple afectó no solo la vida de su bebé, sino también podría haber perjudicado la salud de la futura madre. Medio año más tarde, Metcalf volvió a quedar embarazada y ahora está de 11 semanas.
Con el fin de preservar la salud de su bebé, dejó su trabajo y se mudó a los suburbios para protegerse de potenciales peligros.
“Con todas mis fuerzas intento no pensar en lo ocurrido, pero me resulta demasiado difícil. Ahora estoy aterrada de que esto puede volver a suceder, por lo que trato de hacer todo lo posible para reducir al mínimo el contacto con aparatos eléctricos”, sostiene Metcalfe.
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