Considerada la serie más desafiante de la generación de consolas, From Software lanza Dark Souls 2, juego que sabe mantener la esencia que ha hecho grande a sus predecesores añadiendo novedades interesantes. El título más difícil vuelve a Playstation 3 y Xbox 360. En abril, la versión PC.
La presente generación de consolas estaba a la espera de esta llegada. Dark Souls 2aterriza en Playstation 3 y Xbox 360 (llegará a finales de abril en PC) con muchas expectativas por cumplir. Exactamente todas las que ha conseguido generar From Software gracias a los dos predecesores, el exclusivo de la consola de Sony Demon’s Souls y la primera entrega Dark que se convirtió en multiplataforma. Ha pasado tiempo desde el anuncio de la tercera entrega de la serie Souls, y la espera ha merecido la pena. Con juegos así, las consolas de Sony y de Microsoft demuestran que todavía tienen mucha vida por delante aunque sus sucesoras estén ya cogiendo forma poco a poco. Bienvenidos al infierno, bienvenidos a la muerte asegurada. Esto es Dark Souls 2.
Demon’s Souls llegó sin hacer demasiado ruido, y de hecho no estaba planeado en Europa en un primer momento. Pero una vez golpeó en territorio norteamericano, no fueron pocos los usuarios del viejo continente que reclamaron la posibilidad de disfrutar del juego en su Playstation 3. Contra todo pronóstico, un Action RPG con una dificultad inusual en los tiempos que corren se convertía en un juego imprescindible para los poseedores de la consola de Sony. Un exclusivo de los que marcan la diferencia, uno de los juegos más especiales de la generación de consolas. Por suerte, Namco Bandai lo trajo a nuestro país. El éxito de ese título permitió a From Software ponerse a trabajar en una nueva entrega: Dark Souls. El título, a diferencia de su predecesor, sería multiplataforma. Primero en consolas y después estrenándose en PC. Se cambiaron algunas premisas –como los mundos de Demon’s por un único escenario interconectado de manera magistral entre sí en Dark- pero se mantenía intacto todo aquello que hizo tan especial al título de Playstation 3.
Dark Souls es uno de los grandes juegos que nos deja la generación de consolas que se niega a terminar. No todavía, deben pensar las consolas, mientras puedan llegar juegos como Dark Souls 2. El anuncio de esta tercera iteración dentro de la serie se hizo hace tiempo, y cuando se nos dijo que nos íbamos a 2014 la sensación es que quedaba una eternidad. Los inputs que se nos presentaban tampoco eran del todo alentadores en los primeros compases. El director de Dark Souls no estaría en este nuevo desarrollo, y eso generaba dudas de cómo podía tirar adelante un proyecto que tenía el desafío de estar a la altura del legado que había dejado su predecesor. Poco a poco las promesas desde FromSoftware parecían tranquilizar.
El último paso antes de poder adentrarnos a la versión final fue la beta abierta que se pudo disfrutar en Playstation 3. Ahí nos enfrentábamos a un buen tramo de Dark Souls 2 en medio del bosque, con diversos caminos llenos de peligros: tanto de enemigos como de trampas de diseño. Y de jefes. Un Dark Souls con todas las letras, muchas de las dudas despejadas. Aunque algunos lo encontraran, por ejemplo, algo más fácil de lo que podían esperar. Lógico, esta tercera entrega de la serie Souls llega con la lección bien aprendida de parte de los jugadores, que no pagarán la novatada de las dos primeras partes. Ahora toca el turno del juego final, que se estrena esta semana y que quiere mantener la reputación intacta que se ha ganado la franquicia y la compañía desarrolladora.
Una tierra sombría y olvidada
Los primeros compases de partida nos permiten visualizar una más que convincente cinemática que nos narra los pasos de un personaje medio perdido y condenado a la muertesegura. Lo perderás todo cuando recibas la marca, dice una inquietante voz de mujer. Un ser maldito que no se sabe por qué, debe adentrarse en un mundo infestado, un reino que un rey había levantado mucho tiempo atrás. Así empieza Dark Souls 2, que nos invita a deambular en medio de un escenario donde encontramos una casa. Ahí, diversas mujeres de avanzada edad nos esperan entre risas, nos preguntan cómo nos llaman y en pocas palabras nos dicen que tenemos los días contados. En estos momentos es cuando crearemos a nuestro personaje, eligiendo una de las clases que están disponibles y escogiendo también algunos de los primeros detalles, como el regalo que queremos recibir.
Los primeros compases de partida nos permiten visualizar una más que convincente cinemática que nos narra los pasos de un personaje medio perdido y condenado a la muertesegura. Lo perderás todo cuando recibas la marca, dice una inquietante voz de mujer. Un ser maldito que no se sabe por qué, debe adentrarse en un mundo infestado, un reino que un rey había levantado mucho tiempo atrás. Así empieza Dark Souls 2, que nos invita a deambular en medio de un escenario donde encontramos una casa. Ahí, diversas mujeres de avanzada edad nos esperan entre risas, nos preguntan cómo nos llaman y en pocas palabras nos dicen que tenemos los días contados. En estos momentos es cuando crearemos a nuestro personaje, eligiendo una de las clases que están disponibles y escogiendo también algunos de los primeros detalles, como el regalo que queremos recibir.
De momento no hemos conectado con la realidad de Dark Souls 2, ya que lo realmente importante empieza justo después. Una zona con piedras con mensajes nos permiten identificar una especie de tutorial en la que nos muestran las bases del juego. Saber como controlar al personaje en sus movimientos más básicos, acabar con algunos enemigos que realmente no tienen ninguna dificultad –a no ser que visitemos cierta zona con un par de monstruos letales- y una antesala, en definitiva, a nuestra visita al mundo de Dranglaec, un vasto espacio en el que las almas moran sin descanso intentando mantener su humanidad. Algo que durará poco, como es habitual.
Superado el primer tramo, llegamos a un pequeño pueblo llamado Majula desde el cual podremos hacer nuestros primeros pinitos y conectar con diversos espacios del mundo deDark Souls 2. No proliferan sitios tranquilos como este, en el que podemos comprar y reparar objetos, subir de nivel gracias a una misteriosa NPC que está al lado de la hoguera y en definitiva, respirar algo de tranquilidad. Necesaria antes de empezar a caminar en busca de esos cuatro grandes enemigos que nos dicen que deben ser derrotados en un juego que, como ya pasaba anteriormente, puede terminarse en algo más de sesenta horas pero que eso no significa que haya acabado ni, mucho menos, se haya podido ver todo lo que esconde. De hecho, acabar con el jefe final no significa acabar la partida ya que hay mucho por ver luego. Y, de regalo, también el clásico New Game +.
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